¿Algún gobernante de izquierda ha escapado de ser llamado dictador? Algunos arrancan a bla bla bla sobre democracia al percibir en sus subjetividades un dictador. Pinochet no producía ese efecto y ejerció tranquilamente hasta que el Alzheimer lo amortajó definitivamente., Sería más fecundo para el pensamiento abordar las preguntas que la democracia suscita independientemente del avistamiento de un fiero dictador en el horizonte. Por ejemplo, cuando sin consultar con ningún otro órgano del poder, el presidente de Estados Unidos declara guerras y agresiones contra otros países, ¿estamos ante el ejercicio de la democracia? En Estados Unidos además varias cortes han puesto a millones de mujeres fuera de la ley al derogar dictatorialmente la jurisprudencia sobre terminación de embarazos.
El presidente de Venezuela no ha decretado la guerra con ningún país, ni ha suspendido ningún derecho adquirido de las venezolanas; sin embargo en los medios casi omnímodos de América y Comunidad Europea se lo ha convertido en un dictador desaforado, en nombre de una democracía de diccionario o incluso menos. A Manuel Lopez Obrador antes de terminar su sexenio hace poco, le llamaron dictador varias veces. Las mismas personas que han estado rasgándose las vestiduras por la mala suerte de la democracia en Venezuela. El título de dictador ha llovido sobre el expresidente boliviano Evo Morales con puntualidad. Al actual presidente de Colombia, Gustavo Petro ya le han dicho dictador, los mismos personajes de su país que dan alaridos sobre Maduro dictador. Magia: y en los predios de la magia queda el raciocinio por el cual Petro y su colega venezolana resultan para los colombianos de derecha harina del mismo costal. Por arte de magia también la derecha más hirsuta aparece poniendo velas a la democracia. Experta de un momento a otro en democracia, un plato que ella no traga.
Alerta ingenuos. La democracia no es una idea que se toma del aire, como hacen los medios de millonarios que demuestran a diario que ellos de ideas poco. En manos de los medios democracia es una “narrativa”. Una narración, un cuento que les inculcan a los "periodistas" sus dueños millonarios. Sino ¿Por qué los medios colombianos siembran dudas sobre la democracia del país? A dos años de gobierno de Petro, los medios de millonarios colombianos continúan sin aceptar que un izquierdista logró la presidencia de la república. No aceptación que los conduce a su cálida inclinación a favor de las intrigas por la narrativa sobre dudas de la limpieza electoral de la victoria del presidente en ejercicio. Si se equivocan a sabiendas sobre la democracia propia, en que queda su credibilidad al momento de juzgar la democracia de otros países?
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