lunes, 30 de junio de 2025

La realidad está mejor que las novelas

Hay que hablar de Don Dinero, importante personaje en las intrigas del doctor Alvaro Leyva Durán, aunque se requiere para hacerlo el olfato que para la relación entre el alma y el dinero poseía Honoré de Balzac. Es el Aureliano José de la dinastía de los Leyva, emparentados con héroes de la independencia fanáticos de Simón Bolívar y empapados de rancios mitos del partido  de este, el Conservador, no el de Efráin Cepeda, el actual presidente del Senado sino el Miguel Antonio Caro, un partido decente hasta que cayó en manos de Laureano, quien deslumbrara en otros tiempos a Jorge Leyva el padre de los Leyva. ¿Es Leyva Durán, ex canciller, de esos personajes balzacianos a quienes los caprichos de la Diosa Fortuna los acercan a la pobreza al tejerse la trama, y como esas bestias acorraladas luchan desesperadamente para frenar la ruina?  ¿En qué ha podido dilapidar sus haberes si no ha construido sitios como Versalles ni ha frecuentado los casinos de Montecarlo?

Don Dinero también puede explicar el caso de Vicky Dávila. Es posible que los Gnecco hayan sufrido más de lo conveniente en especulaciones con criptomonedas y desde hace un tiempo viven en la quiebra En Marzo de 2020 cayó en pocos días de 9000 a 4000, más del 50%

La familia de la estridente anti petrista vive una fase de bajo perfil mientras ella intenta posicionarse como una Milei mediante tic tocs diarios acusando al presidente de Colombia de todo menos de la existencia de la lepra o de la gonorrea. ¿Necesita dinero para rescatar a su familia zarandeada por inversiones desafortunadas como tantos otros?

El cuadro es patético, de pathos balzaciano. El doctor Leyva Durán en el límite de sus bríos, ya enclenque geronte, no se cobija en las mieles del retiro después de medio siglo de intrigas políticas y de ostras a la Rockefeller. Se arrastra por los aeropuertos y por los pasillos palaciegos y por largas entrevistas con divos y divas de la radio. Tanto sacrificio no puede ser sino por la penuria en que ha quedado tras podridas jugadas especulativas! Es una teoría.

El dinero es Intermediario entre la libido y la vida “por lo alto”, con sus comparsas, las mucamas, el jardinero, el conductor del coche, asistentes varios que ofician sus deberes como piadosos clérigos, con sigilo y curia y con sus zalemas y ritos tejen la vida por lo alto alrededor del eminente, del doctor ilustre, quien apenas a sus gatos permite confianzas. Esas cosas que permite Don Dinero producen adicción, servidumbre humana. La libido no es más que el embrión del alma humana llorosa siempre en pos de sus servidumbres. Lo que mueve a las personas y también engendra delirios en los narcisistas. Narcisistas, porque nos enseñan los autores de novelas negras que los grandes crímenes son factura de narcisistasque están más allá del punto de retorno. No hay nada que motive más a delinquir atrozmente que el haber probado el dinero y probar después su ausencia!

La opinión ha sido zarandeada por el abaleo del mini Bolsonaro Migue Uribe, y cuando los investigadores formulan entre las hipótesis la de que su fin último es desestabilizar a Gustavo Petro salta al ruedo el episodio de los audios de Leyva. Un Leyva arruinado y resentido es perfecto para descartar otros cerebros teóricos con motivos iguales y también manipulados por la ultraderecha global rentista. Los hechos parecen prodigarse con Madrid como epicentro. Centro también de la intentona más serie de un golpe suave por parte de la delincuencial extrema derecha española. Toda una novela digna de redactarse por un John Le Carre. La realidad es la que desvía de las novelas en estos días, está más intrigante que cualquiera de ellas!

 


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